¿Son incómodas las mujeres con dinero?
Es un tema cultural, de creencias, de lo que vimos o no vimos sobre cómo se relacionaron las mujeres de nuestro clan con el dinero. Lo cierto es que hoy, las mujeres tenemos que hablar de dinero.
Si a las mujeres les gusta el dinero, “son unas interesadas”; si a los hombres les gusta el dinero, “son unos visionarios”.
Ha sido un tema cultural. La forma en la que las mujeres nos relacionamos con el dinero tiene que ver con lo que vimos y lo que aprendimos en casa. Con la forma en la que vimos a las mujeres de nuestro clan relacionarse con el dinero.
Y tampoco es que en nuestras generaciones tengamos muchas referencias sobre cómo “debería” ser la relación con el dinero. En general, los del dinero eran ellos y los de los negocios también.
Lleva algunos años moviéndose la aguja al abrirse la participación de las mujeres en el ámbito laboral, pero el cómo nos relacionamos las mujeres con el dinero sigue siendo un desafío.
¿Por qué? Primero porque la educación financiera sigue siendo un pendiente. Somos una sociedad financieramente ignorante. Tenemos una relación con el dinero desde el día que nacemos hasta que nos morimos, y sin embargo, nos hace tanta falta contar con herramientas para la administración del dinero. Y este tema es en general para hombres y mujeres, pero evidentemente cuando hablamos del rezago en temas financieros, en el caso de las mujeres es más pronunciado.
Escribí para Hablemos de Dinero sobre algunos de los datos que reflejan este rezago. Puedes leer sobre este tema en “Inclusión Financiera en las Mujeres” y “Cuotas de género, ¿avance o retroceso?”
Pero te daré 3 razones por las que las mujeres debemos trabajar en tener nuestra propia relación con el dinero (ya después iremos hablando de cómo mejorarla).
Autonomía financiera. Ya sé que este tema da para que hablemos muchísimo más, pero por lo pronto te diré que la autonomía se refiere a tomar tus propias decisiones respecto al dinero. Y ¡ojo! Con esto no estoy diciendo que si vives en pareja no tengas acuerdos, no, pero así como es tan valioso que ellos tengan autonomía con el dinero, nosotras también tenemos que construirla. Esto nos permite tomar decisiones sin que el dinero sea una limitante en nuestra vida.
Empoderamiento financiero. No hay mujer empoderada sin dinero. En México, 27% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia económica, que es aquella con la que se manipula al limitarle los recursos económicos a una mujer y es una de las formas de violencia de género más normalizadas. Si una mujer quiere ser libre de tomar sus propias decisiones debe ser capaz de asumir el control de sus recursos, entre ellos, el dinero.
Bienestar financiero. Temas como el ahorro para el retiro o la prevención están íntimamente relacionados con la capacidad de saber administrar sus recursos con ese propósito. Contar con herramientas que le permitan mejorar la administración de su dinero, tener una cuenta de banco a su nombre, tener la posibilidad de tener sus propias inversiones y planear la forma en la que se allegará de recursos cuando sea una adulta mayor son algunas de las cosas que debemos considerar.
Hablar de estos temas con nosotras mismas o en nuestro entorno puede ser incómodo. Ver que una mujer es dueña de su dinero, de sus recursos y los administra de manera eficiente por su bienestar y el de su familia es algo a lo que tendremos que ir acostumbrándonos. Quienes ya lo hacen, hablar de dinero entre nosotras puede inspirar y motivar a otras a cambiar y mejorar la forma de verlo para quienes comienzan a recorrer este camino.
Quizá es nuevo, pero hay que generar espacios para hacerlo.
Este es uno de los propósitos de “Tiempo a Solas”, parar y replantear la forma en la que nos relacionamos con el mundo y que nos ayudan a sentirnos en paz con nosotras y nuestras decisiones.
Así que si llegaste hasta aquí, ¡bienvenida! Estás en el lugar correcto para romper paradigmas.